v ¿Qué es un texto
folclórico?
Los
textos folclóricos son casi siempre transmitidos de forma oral o por
transmisión cultural. Casi siempre son transmitidos de forma vertical (de generación
en generación), pero también pueden ser transmitidos horizontalmente (en la
misma época).
Son
textos populares por ellos, su principal característica es que no tiene un
autor concreto o conocido; por tanto, ninguna obra de este tipo está fijada,
por lo que se las sigue cambiando y modificando con el paso del tiempo y según
la persona o el pueblo que las cuente (cada pueblo lo adapta a su manera). Esto
favorece que cada persona que transmite la historia, lo hace con unas
finalidades y unos mensajes (moralejas, enseñanzas…) diferentes; aunque por lo
general, los textos folclóricos no tienen moraleja.
Todo
esto implica que dentro de los textos folclóricos encontraremos también, textos
literarios y paraliterarios (pueden tener moraleja). Cada uno va a tener una
temática diferente, pero todos van a ser ficción; suelen reflejar la vida de la
gente, sus sueños, sus deseos o sus miedos. Generalmente, no suelen ser textos
infantiles, aunque hay algunos
específicos que sí que lo son.
Hasta
el siglo xv no se consideró que tuvieran
un carácter artístico, pero hoy día sí se considera así.
v Géneros folclóricos
Los textos folclóricos
pertenecen a los tres géneros: - poesía
- Narrativa
- Teatro
(drama)
- Teatro folclórico: había
muchas representaciones en los pueblos; no obstante, solo existía una
manifestación folclórica para niños: los títeres de Cachiporra o los guiñoles.
En los títeres casi siempre
había tres personajes y normalmente el protagonista era un varón. La historia
suele ser la misma siempre: el protagonista tiene algo que quiere mucho y
siempre aparece una bruja, un ogro, un lobo, etc, que se lo quita. Tras esto,
el protagonista se pasa todo el rato buscando al malo; finalmente lo captura y
le castiga con la cachiporra.
- Verso folclórico: podemos encontrar textos para
niños y adultos, y pueden estar hechas para recitar, cantar o tararear (retahílas
o cantinelas).
Los versos para niños
suelen ir asociados al juego, podemos encontrar para todas las edades. Para los
más pequeños los más típicos son las nanas; cuando crecen están los versos de
regazo (por ejemplo: al paso al paso, al trote al trote, cinco lobitos tiene la
loba, este puso un huevo,…); cuando el niño ya puede andar hay muchos juegos
con versos folclóricos (por ejemplo: a la zapatilla por detrás, una dola tela
catola,…).
Uno de los autores más
famosos en este estilo es Pedro Cerrillo.
- Prosa folclórica: siempre
van a ser relatos o cuentos. Si son cuentos podemos encontrar de varios tipos: fábulas
(sus personajes son alegóricos, representan vicios y virtudes de los seres
humanos, siempre lleva moraleja), leyendas, mitos y parábolas (ejemplos
ficticios para explicar un hecho abstracto o complejo, tiene carácter didáctico).
La primera de las
clasificaciones en prosa la hizo Vladimir Propi y se divide de la siguiente
manera: mitos, cuentos de animales (en ellos todos los personajes son
animales), cuentos de fórmulas (todo o parte de la historia se repite y hay que
sabérselo de memoria), cuentos maravillosos o de hadas (un personaje fantástico,
mágico; incluyendo aquellos que son normales, y de repente aparecen animales
que hablan. Ejemplo: “Ricitos de Oro”, “Caperucita”,…).
Podemos encontrar grandes
diferencias entre los cuentos de
animales y fabulas: en los cuentos de animales, éstos representan a los
seres humanos, son arquetipos y tienen un aprendizaje. Por ejemplo: “Los Tres
Cerditos”, “La Ratita Presumida”, “El Gallo Quirico”, etc. En las fábulas, los
animales representan vicios y virtudes de los seres humanos, son
alegorías. Además, las fábulas siempre llevan moralejas (implícita) y puede ser
también con humanos. Por ejemplo: “La Zorra y el Cuervo”.
v Clasificación de Rodari
En la clasificación de
Rodari si que se hace una diferencia entre las fábulas y los cuentos de
animales.
Intentaba desarrollar la
creatividad de los niños. Utilizamos mucho los cuentos folclóricos, realizaba
un montón de actividades con ellos.
Su clasificación está hecha
desde la pedagogía.
v Clasificación de Sara Cone
Bryant (finales del siglo XIX)
Fue la primera contadora de
cuentos profesional.
La autora Sara Cone Bryant
(primeros cuentos) hizo una clasificación de cuentos folclóricos por edades.
v Simbología de los cuentos
Bruno Bettelheim era un
psicólogo y psiquiatra de niños que para trabajar con ellos utilizaba los
libros / cuentos de los hermanos Grimm.
Tiene un libro muy conocido
llamado “Psicoanálisis de los libros de hadas” donde analiza varios libros
infantiles.
Por ejemplo:
- “Los Tres Cerditos”
En la mayoría de los
cuentos, los protagonistas empiezan viviendo en el nucleo familiar.
La enseñanza que sacan los
niños de este cuento es que siempre va a ver alguien que les cuide y les
proteja; ellos se identifican con el
cerdito pequeño y el resto de cerditos la gente que les rodea y les protege.
El lobo va a representar
los problemas y peligros de la vida.
El cerdito mediano se
identifica con el adolescente, el que sabe que la casa de ladrillo es la mejor,
pero como la de madera se construye antes, se conforma con esa.
Finalmente, el cerdito grande
es el adulto, es el que sabe de la vida, el que sabe que por mucho trabajo y
esfuerzo que le cueste conseguir la casa, esta va a ser para toda la vida.
Podríamos sacar en
conclusión el esquema siguiente: núcleo familiar -> pruebas de la vida ->
nuevo núcleo familiar.
- “La Bella Durmiente”
De este cuento se sacan
muchas experiencias sobre todo para gente adulta:
Primero, la intención de
normalizar las situaciones por parte de los padres (explicar desde pequeños las
cosas – la rueca-).
Segunda, es que de todo lo
malo que te pasa en la vida siempre se pude sacar la parte buena (después de
estar dómida tantos años, encontró a su amor verdadero).
La tercera, es que en la
vida hay que luchar por lo que verdaderamente queremos (su amor lucha por
conseguirla).
La última, es desarrollar
la paciencia, la espera y pensar las cosas detenidamente no lanzarse a la
primera de cambio hacerlas.
v Recopiladores y adaptadores
de cuentos
En el siglo XVIII, el rey
Luis XIV (el “rey Sol”) esperaba que sus súbditos le entretuviesen y le gustaba
escuchar cuentos, por lo que esta afición se puso de moda en el Palacio de
Versalles.
En su corte había muchos
vicios y a los moralistas del palacio les preocupaba mucho este aspecto. Uno de estos moralistas
se llamaba Charles Perrault (este consejero tuvo una nodriza que siempre
le contaba muchas historias y las que le gustaban las iba apuntando). Además,
era un hombre muy culto y creó una serie de cuentos llamados “cuentos de Mamá
Oca”.
Detrás de estos cuentos,
hay una gran intención moralizante hacia la corte del rey Sol. Perrault adaptó
muchas obras y las puso moraleja, todos sus cuentos son paraliterarios.
Andersen tiene dos tipos de
cuentos: cuentos creados por el típicos del realismo (ejemplo: La cerillera o la
vendedora de fósforos), o cuentos inspirados en cuentos folclóricos. Son cuentos
muy modificados, ya que Andersen era principalmente escritor.
El ejemplo más tipo es “La
reina de las nieves” o “El soldadito de plomo”.
Una característica de sus
cuentos es que todos son muy tristes, ya que se basa en su realidad. El cuento que se cree que refleja su propia vida
es “El patito feo”.
- Recopiladores Españoles:
En el siglo XIX hubo una
mujer recopiladora llamada Cecilia Vol de Faber que firmaba con el nombre de Fernán
Caballero. Su padre, diplomático extranjero, le gustaba mucho el Folclore,
sobre todo las coplas. Cecilia escribió novelas y recopilaciones de cuentos folclóricos.
A finales del siglo XIX había
un editor llamado Saturnino Calleja que publicaba libros para niños. Para
ampliar su campo de venta, empezó a publicar libros de tamaño reducido para
niños. Los cuentos de Calleja salían semanalmente y se hicieron muy famosos. Eran
tantos los libros que público que se quedó con la frase “tener más libros que
Calleja”.
Otro recopilador importante
fue Padre Coloma, que adaptaba los cuentos españoles y europeos para darles intención
moralizante. A los personajes malos los transformaba en el demonio llamado por
el “Pedro Botero”. Un cuento típico es “Las calderas de Pedro Botero”.
- ¿Qué hay que tener en cuenta para elegir un buen cuento folclórico y adaptarlo?
- No elegir ninguno en el
que no vengan indicaciones ni ficha técnica.
- Es bueno que si viene el
nombre del adaptador venga en que se ha basado y que criterios ha utilizado
para adaptar.
Siempre es mejor que únicamente
este traducido del original.
Ejemplo: “El libro de los
cuentos. Ed. Anaya. Autor: Christian Strich”
- Para adaptarlo, hay que tener en cuenta:
- Buscar un buen libro para
adaptar
- Hay que respetar la esencia
y los aspectos importantes del cuento.
- También hay que respetar
los símbolos básicos del cuento
- Es bueno cambiar objetos
y personajes, pero no modificar
- Se puede recortar el
cuento si es muy largo
- A la hora de adaptar, hay
que tener en cuenta los intereses y los gustos de los niños
- En los cuentos folclóricos
nunca podremos cambiar el personaje para que se identifique con el niño, ya que
los personajes suelen ser adolescentes
Muy bien. Falta un poco más de desarrollo en cada punto, la bibliografía y los enlaces de interés.
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