viernes, 6 de julio de 2012

El FoLcLoRe


v  ¿Qué es un texto folclórico?

Los textos folclóricos son casi siempre transmitidos de forma oral o por transmisión cultural. Casi siempre son transmitidos de forma vertical (de generación en generación), pero también pueden ser transmitidos horizontalmente (en la misma época).

Son textos populares por ellos, su principal característica es que no tiene un autor concreto o conocido; por tanto, ninguna obra de este tipo está fijada, por lo que se las sigue cambiando y modificando con el paso del tiempo y según la persona o el pueblo que las cuente (cada pueblo lo adapta a su manera). Esto favorece que cada persona que transmite la historia, lo hace con unas finalidades y unos mensajes (moralejas, enseñanzas…) diferentes; aunque por lo general, los textos folclóricos no tienen moraleja.

Todo esto implica que dentro de los textos folclóricos encontraremos también, textos literarios y paraliterarios (pueden tener moraleja). Cada uno va a tener una temática diferente, pero todos van a ser ficción; suelen reflejar la vida de la gente, sus sueños, sus deseos o sus miedos. Generalmente, no suelen ser textos infantiles, aunque  hay algunos específicos que sí que lo son.

Hasta el siglo xv  no se consideró que tuvieran un carácter artístico, pero hoy día sí se considera así.


v  Géneros folclóricos

Los textos folclóricos pertenecen a los tres géneros:  -  poesía
                                                                                             - Narrativa
                                                                                             -  Teatro (drama)
- Teatro folclórico: había muchas representaciones en los pueblos; no obstante, solo existía una manifestación folclórica para niños: los títeres de Cachiporra o los guiñoles.
En los títeres casi siempre había tres personajes y normalmente el protagonista era un varón. La historia suele ser la misma siempre: el protagonista tiene algo que quiere mucho y siempre aparece una bruja, un ogro, un lobo, etc, que se lo quita. Tras esto, el protagonista se pasa todo el rato buscando al malo; finalmente lo captura y le castiga con la cachiporra.

- Verso  folclórico: podemos encontrar textos para niños y adultos, y pueden estar hechas para recitar, cantar o tararear (retahílas o cantinelas).

Los versos para niños suelen ir asociados al juego, podemos encontrar para todas las edades. Para los más pequeños los más típicos son las nanas; cuando crecen están los versos de regazo (por ejemplo: al paso al paso, al trote al trote, cinco lobitos tiene la loba, este puso un huevo,…); cuando el niño ya puede andar hay muchos juegos con versos folclóricos (por ejemplo: a la zapatilla por detrás, una dola tela catola,…).

Uno de los autores más famosos en este estilo es Pedro Cerrillo.

- Prosa folclórica: siempre van a ser relatos o cuentos. Si son cuentos podemos encontrar de varios tipos: fábulas (sus personajes son alegóricos, representan vicios y virtudes de los seres humanos, siempre lleva moraleja), leyendas, mitos y parábolas (ejemplos ficticios para explicar un hecho abstracto o complejo, tiene carácter didáctico).

La primera de las clasificaciones en prosa la hizo Vladimir Propi y se divide de la siguiente manera: mitos, cuentos de animales (en ellos todos los personajes son animales), cuentos de fórmulas (todo o parte de la historia se repite y hay que sabérselo de memoria), cuentos maravillosos o de hadas (un personaje fantástico, mágico; incluyendo aquellos que son normales, y de repente aparecen animales que hablan. Ejemplo: “Ricitos de Oro”, “Caperucita”,…).

Podemos encontrar grandes diferencias entre los cuentos de  animales y fabulas: en los cuentos de animales, éstos representan a los seres humanos, son arquetipos y tienen un aprendizaje. Por ejemplo: “Los Tres Cerditos”, “La Ratita Presumida”, “El Gallo Quirico”, etc. En las fábulas, los animales representan  vicios  y virtudes de los seres humanos, son alegorías. Además, las fábulas siempre llevan moralejas (implícita) y puede ser también con humanos. Por ejemplo: “La Zorra y el Cuervo”.


v  Clasificación de Rodari

En la clasificación de Rodari si que se hace una diferencia entre las fábulas y los cuentos de animales.

Intentaba desarrollar la creatividad de los niños. Utilizamos mucho los cuentos folclóricos, realizaba un montón de actividades con ellos.
Su clasificación está hecha desde la pedagogía.


v  Clasificación de Sara Cone Bryant (finales del siglo XIX)

Fue la primera contadora de cuentos profesional.
La autora Sara Cone Bryant (primeros cuentos) hizo una clasificación de cuentos folclóricos por edades.


v  Simbología de los cuentos

Bruno Bettelheim era un psicólogo y psiquiatra de niños que para trabajar con ellos utilizaba los libros / cuentos de los hermanos Grimm.

Tiene un libro muy conocido llamado “Psicoanálisis de los libros de hadas” donde analiza varios libros infantiles.

Por ejemplo:
- “Los Tres Cerditos”
En la mayoría de los cuentos, los protagonistas empiezan viviendo en el nucleo familiar.
La enseñanza que sacan los niños de este cuento es que siempre va a ver alguien que les cuide y les proteja; ellos se identifican  con el cerdito pequeño y el resto de cerditos la gente que les rodea y les protege.

El lobo va a representar los problemas y peligros de la vida.

El cerdito mediano se identifica con el adolescente, el que sabe que la casa de ladrillo es la mejor, pero como la de madera se construye antes, se conforma con esa.

Finalmente, el cerdito grande es el adulto, es el que sabe de la vida, el que sabe que por mucho trabajo y esfuerzo que le cueste conseguir la casa, esta va a ser para toda la vida.
Podríamos sacar en conclusión el esquema siguiente: núcleo familiar -> pruebas de la vida -> nuevo núcleo familiar.

- “La Bella Durmiente”
De este cuento se sacan muchas experiencias sobre todo para gente adulta:
Primero, la intención de normalizar las situaciones por parte de los padres (explicar desde pequeños las cosas – la rueca-).

Segunda, es que de todo lo malo que te pasa en la vida siempre se pude sacar la parte buena (después de estar dómida tantos años, encontró a su amor verdadero).
La tercera, es que en la vida hay que luchar por lo que verdaderamente queremos (su amor lucha por conseguirla).

La última, es desarrollar la paciencia, la espera y pensar las cosas detenidamente no lanzarse a la primera de cambio hacerlas.



v  Recopiladores y adaptadores de cuentos

En el siglo XVIII, el rey Luis XIV (el “rey Sol”) esperaba que sus súbditos le entretuviesen y le gustaba escuchar cuentos, por lo que esta afición se puso de moda en el Palacio de Versalles.

En su corte había muchos vicios y a los moralistas del palacio les preocupaba  mucho este aspecto. Uno de estos moralistas se llamaba Charles Perrault (este consejero tuvo una nodriza que siempre le contaba muchas historias y las que le gustaban las iba apuntando). Además, era un hombre muy culto y creó una serie de cuentos llamados “cuentos de Mamá Oca”.

Detrás de estos cuentos, hay una gran intención moralizante hacia la corte del rey Sol. Perrault adaptó muchas obras y las puso moraleja, todos sus cuentos son paraliterarios.
Andersen tiene dos tipos de cuentos: cuentos creados por el típicos del realismo (ejemplo: La cerillera o la vendedora de fósforos), o cuentos inspirados en cuentos folclóricos. Son cuentos muy modificados, ya que Andersen era principalmente escritor.

El ejemplo más tipo es “La reina de las nieves” o “El soldadito de plomo”.
Una característica de sus cuentos es que todos son muy tristes, ya que se basa en su realidad. El  cuento que se cree que refleja su propia vida es “El patito feo”.

  • Recopiladores Españoles:

En el siglo XIX hubo una mujer recopiladora llamada Cecilia Vol de Faber que firmaba con el nombre de Fernán Caballero. Su padre, diplomático extranjero, le gustaba mucho el Folclore, sobre todo las coplas. Cecilia escribió novelas y recopilaciones de cuentos folclóricos.

A finales del siglo XIX había un editor llamado Saturnino Calleja que publicaba libros para niños. Para ampliar su campo de venta, empezó a publicar libros de tamaño reducido para niños. Los cuentos de Calleja salían semanalmente y se hicieron muy famosos. Eran tantos los libros que público que se quedó con la frase “tener más libros que Calleja”.

Otro recopilador importante fue Padre Coloma, que adaptaba los cuentos españoles y europeos para darles intención moralizante. A los personajes malos los transformaba en el demonio llamado por el “Pedro Botero”. Un cuento típico es “Las calderas de Pedro Botero”.


  • ¿Qué hay que tener en cuenta para elegir un buen cuento folclórico y adaptarlo?

- No elegir ninguno en el que no vengan indicaciones ni ficha técnica.
- Es bueno que si viene el nombre del adaptador venga en que se ha basado y que criterios ha utilizado para adaptar.
Siempre es mejor que únicamente este traducido del original.
Ejemplo: “El libro de los cuentos. Ed. Anaya. Autor: Christian Strich”

  • Para adaptarlo, hay que tener en cuenta:

- Buscar un buen libro para adaptar
- Hay que respetar la esencia y los aspectos importantes del cuento.
- También hay que respetar los símbolos básicos del cuento
- Es bueno cambiar objetos y personajes, pero no modificar
- Se puede recortar el cuento si es muy largo
- A la hora de adaptar, hay que tener en cuenta los intereses y los gustos de los niños
- En los cuentos folclóricos nunca podremos cambiar el personaje para que se identifique con el niño, ya que los personajes suelen ser adolescentes

1 comentario:

  1. Muy bien. Falta un poco más de desarrollo en cada punto, la bibliografía y los enlaces de interés.

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